jueves, 2 de noviembre de 2017

¿Qué fue de Urdangarín?

                     Somos el epicentro mundial del Imperio de la Ley gracias a la extrema diligencia de un   Gobierno y un Sistema judicial, ejemplo y envidia de todos los países, por la escrupulosa separación de poderes que practican. Ello hace desaparecer cualquier sombra  de contaminación política en las sentencias dictadas.
                   Da gusto vivir en una nación que obliga a sus mandatarios a cumplir todos los artículos de la Constitución, Estatutos de Autonomía y Ordenamiento legal. Esto nos tranquiliza como Ciudadanos porque nadie duda en España de que la Ley es igual para todos y se aplica sin miramientos. Bajo su férula están hasta quienes por su cercanía al Poder pretendían considerarse exentos.
                  Los ejemplos sobran.El último lo encontramos en la rápida actuación  seguida – “¡como debe ser!” clama la grada del “A por ellos” – para meter en cintura a quienes desde el Govern y desde el Parlament de Cataluña han intentado quebrar el prístino Estado de Derecho que disfrutamos. No debe  extrañar lo que  siempre fue así.
                 Todos sabemos el destino carcelario que espera a los implicados en la Gürtel, Bankia, Noos (pongo solo tres porque si hago el listado exhaustivo de los casos de corrupción aflorados, punta de iceberg,  más que un artículo esto sería un remedo de las “Páginas Amarillas”). 
                    Basta mirar la tristeza que rezuma la cara de Iñaki Urdangarín debida a la frialdad de los muros del patio de su prisión y la soledad de la celda en la que espera temeroso pensando que la condena de la Audiencia Balear a seis años y tres meses puede ampliarse hasta los catorce si el Supremo avala las tesis del fiscal. Reconforta el ejemplo y de camino nos calla la boca a quienes hemos protestado porque sentencias a Alfón, Andrés Bódalo o “twiteros” varios… con menos años de pena, han llevado aparejadas el internamiento y cumplimiento íntegro.
               De lo poco bueno que ha traído la tensión social vivida en España con el episodio de la Proclamación (¿ o no?) de la República Catalana -con tantos tintes surrealistas y tragicómicos adheridos a la misma- es que se ha  comprobado que los discursos épicos y anecdóticos de tirios y troyanos nunca consiguieron ocultar la Realidad. Podemos sentir un goce casi místico (así se comprende mejor a Sta.Teresa) de ver como la “guerra de banderas” no anuló la preocupación por otras noticias coetáneas que afectan a nuestro bolsillo y  calidad de vida.
            Así mientras dos vecinos colgaban enseñas diferentes -la estelada y la rojigualda- en balcones contiguos de una calle de Barcelona, resultaba enternecedor escucharlos debatir  sobre la DUI y el 155 y también sobre la indignación que  producía (al “rojigualdo”) conocer los datos puestos sobre la mesa por la fiscal del caso Gürtel ,transformada en desazón por su interlocutor “estelado”  ante la posibilidad que el “Procés” permitiese irse de rositas al clan Pujol.
           La misma escena se reprodujo en todos los rincones del país. En Madrid paraban el “Puigdemont a prisión” para analizar las privatizaciones de la riqueza pública llevada a cabo por el PP de Gallardón, Aguirre o Cifuentes y concluir que es muy difícil distinguir diferencias en la acción de unos presidentes que solo cambian el aspecto no su rigidez política. En La Coruña al “Soy español” lo siguió un debate sobre la necesaria redistribución de la renta y la persecución a los defraudadores fiscales sin amnistías que les salve el pellejo cuando los pillan.
               Fue preciosa la “perfomance” en Girona de activistas gritando “Som una nació” mientras repartían folletos con el impacto social cuantificado de las “retallades” ejecutadas por Pujol, Mas o el paisano que hasta el viernes ocupó el Palau. La réplica se dio en diferentes capitales de Extremadura y Castilla-León con manifestantes que  al son de “Cataluña es España” distribuyeron un panfleto donde  tabulaban la bajada de inversión prevista en los presupuestos del Gobierno Central en Sanidad, Educación y Obras Públicas y advertían de las nefastas consecuencias de la misma en nuestra salud, desarrollo cultural y empleo.
             ¡Y qué decir de mi Córdoba!. La tendencia a criticar a Junqueras en la barra del bar cuando aparece en televisión desapareció totalmente al enterarnos de ser la provincia número uno en paro (30’21%). Rápidamente los contertulios se pusieron a diseñar movilizaciones bajo el lema: “ Ni un parado más. Cumplamos el artículo 35 de la Constitución y el 23 del Estatuto de Andalucía”.
             La reivindicación inesperada de la Constitución, la profundidad en su puesta en práctica por el Bloque Constitucionalista ha dejado sin argumentos a quienes se reían de Julio Anguita por proclamar desde hace años que un acto revolucionario en nuestro país sería cumplir a rajatabla su Ley máxima.
           Cuentan las malas lenguas que algún dirigente “naranjito” y algún mandamás “gavioto” llevado por el celo neófito ha propuesto sustituir en las misas la lectura de los Evangelios por una recitación glosada de Títulos y artículos. Y añaden bajo cuerda que el entorno de Rajoy ha elaborado una especie de Diez Mandamientos constitucionales para colgar en el frontispicio de todos los Ayuntamientos, aunque el ensayo lo vayan a empezar en Cataluña. Eso sí, una vez consultado “Somos la Izquierda” Pedro. Al parecer Mariano disfruta con el disfraz de Moisés y eso ayuda mucho.
            Para que la representación transversal sea completa invitarán al exdirigente comunista Frutos si consiguen bajarlo de la nube de popularidad adquirida entre el conservadurismo hispano tras su participación en el programa “Operación Barcelona”.
            Nuevo Bisbal sin rizos, al antiguo secretario general del PCE le han llovido por ello los epítetos de “fascista”. Y no, a Frutos se le puede calificar de muchas maneras pero no de fascista. Basta con darse una vuelta por su trayectoria. Tienen cabida desde burócrata/aparatista de Partido a liquidador del PSUC pasando por dirigente plano. Ahora tras su Epifanía del domingo 29 de octubre le cuadra hasta el mote “compañero de viaje” que en el idioma de sus actuales jaleadores se dice – cuando con él definían a quien en el siglo XX sin ser militante comunista coincidía en posturas y planteamientos del partido- “tonto útil”.
          Puede que su discurso quedara cojo porque traspapeló dos momentos claves de la intervención. Aquel párrafo en el que mirando a quienes agitaban las banderas monárquicas delante del escenario  decía “Ya habéis escuchado lo que pienso del Independentismo. Ahora me dirijo a vosotros y os digo “Hacéroslo mirar”.A ver si así sois capaces de dar una explicación coherente a un hecho evidente. ¿Cuál era el número de independentistas catalanes antes de la llegada a la Moncloa del PP? ¿Cuál es hoy?”. Y el pasaje en el que defendía al Republicanismo Federal como el sistema político que permitiría dar una salida satisfactoria al conflicto territorial.
          Lenin invocaba una anécdota para referirse a los izquierdistas que son elogiados por la Derecha cuando asumen posiciones o repiten argumentos que favorecen su política. Se refería al momento en el que el líder socialdemócrata alemán August Bebel paró su intervención en el Parlamento cuando escuchó los aplausos de la Derecha : “¿Qué has dicho viejo imbécil, que la canalla te aplaude?”
Aunque claro, hay que ser muy mal pensados para ver paralelismo entre ambas situaciones.
          No me extraña que contemplar en vida la plasmación del “ Paraíso legal” impulsado por el Gobierno y sus “muy y mucho aliados” de Ciudadanos y PSOE haga caer en picado en las encuestas las intenciones de voto de Unidos Podemos capitaneados por esa pandilla de impresentables perroflautas  que encabezan Iglesias y Garzón.
          Junto a la escrupulosa separación de poderes que como españoles tenemos la suerte de gozar, el otro punto que nos envidian es el disfrute de unos medios de difusión de masas totalmente independientes. Plurales, incisivos, volcados con la información veraz, neutrales, sin consignas y pendientes de fomentar el espíritu crítico…
          Por ello cuando hablan de la bajada de Unidos Podemos y de la subida sideral de Ciudadanos hay que decir “amen” ante lo que solo son datos limpios y verdaderos.No hagamos sangre ni recordemos que según esos medios el partido del cada día más “joseantoniano” Albert también iba a comerse en las dos últimas elecciones generales el mundo y terminó comiéndose lo que en Cádiz se llama un “mojón”.
            Sigamos aprovechando los machadianos días azules.   Beatus ille.
Juan Rivera
Colectivo Prometeo
FCSM
 

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